Implantar un software de gestión de proyectos no basta si no está alineado con la forma real en la que trabaja tu empresa. En NOVAMAGNA conectamos herramienta, equipo y estrategia para que cada proyecto avance con foco, visibilidad y control. Menos tareas pendientes, más estructura para avanzar.
Muchas empresas implantan herramientas como Asana, ClickUp, Monday o similares pensando que eso resolverá el caos… pero el desorden persiste. Porque el problema no está en la herramienta, sino en la falta de estructura, claridad de roles y conexión con los objetivos reales del negocio.
En NOVAMAGNA diseñamos sistemas de gestión de proyectos adaptados a cómo funciona tu empresa, no a cómo dice el software que deberías trabajar. Para que cada proyecto avance con lógica, control y equipo alineado.
de los proyectos se desvían en tiempo, presupuesto o entregables por falta de seguimiento estructurado.
responsables tiene visibilidad clara sobre qué está haciendo cada miembro del equipo en tiempo real.
herramientas de gestión se infrautilizan porque nadie ha adaptado su uso al día a día de la empresa.
Antes de implantar, entendemos cómo trabajas.
Analizamos cómo se gestionan actualmente tus proyectos: roles, flujos, cuellos de botella, herramientas y entregables. A partir de ahí, diseñamos un sistema operativo interno que refleje la realidad de tu empresa y te permita avanzar con orden y control. Sin procesos artificiales. Sin copiar plantillas genéricas.
Configuramos la herramienta según tu lógica, no la suya.
Tu equipo entiende el sentido. Y usa el software.
Traducimos tu sistema de trabajo en una herramienta clara, estructurada y accionable. Definimos flujos, fases, responsables y automatizaciones según cómo tu equipo realmente opera. Cada proyecto se mueve con una lógica coherente y visible, sin complicaciones innecesarias ni procesos impuestos desde fuera.
Tienes claro qué proyectos están activos, en qué fase se encuentran, quién los lidera y qué tareas están bloqueadas o pendientes. Ya no necesitas perseguir a nadie, cruzar correos ni pedir actualizaciones por separado. Todo está centralizado y actualizado en tiempo real, lo que te permite tomar decisiones rápidas y con contexto. Menos incertidumbre, más capacidad de dirección.
Diseñamos la estructura para que cada proyecto esté vinculado a un objetivo estratégico o a una línea de negocio concreta. Así evitas dedicar recursos a iniciativas que no aportan valor real. Ganas en foco, priorización y capacidad de evaluar impacto. No se trata de hacer más, sino de hacer lo que importa.
Da estructura real a cómo trabajas.
Solicita una sesión estratégica gratuita y descubre cómo un sistema de gestión de proyectos bien diseñado puede ayudarte a ganar visibilidad, eliminar el caos operativo y avanzar con foco. No es cuestión de implantar más herramientas, sino de alinear cómo se trabaja con cómo se quiere crecer.
Trabajamos sobre distintas plataformas, pero lo importante no es la herramienta, sino cómo se configura y se adapta a tu empresa. No forzamos tu forma de trabajar para que encaje en el software; adaptamos el sistema para que te sirva a ti, no al revés.
Sí, porque no partimos del software, sino del proceso real. Analizamos cómo trabajáis hoy, qué bloqueos tenéis y por qué la herramienta no está funcionando. Después reestructuramos, simplificamos y adaptamos. No se trata de cambiarlo todo, sino de hacerlo funcionar bien.
Ambos. Diseñamos el sistema para que todos —desde operativos hasta dirección— tengan la visibilidad que necesitan. Puedes saber cómo avanza cada proyecto sin depender de reportes manuales o reuniones eternas. Cada nivel tiene su visión, cada persona su responsabilidad.
Depende del punto de partida, pero en pocas semanas puedes tener un sistema funcional, adaptado y listo para usar. Priorizamos la utilidad inmediata sin perder la visión estructural. Rápido, pero con lógica de crecimiento.
Lo diseñamos para que lo usen. Involucramos al equipo desde el principio, adaptamos el sistema a su forma real de trabajar y lo acompañamos en la adopción. Cuando algo facilita el trabajo en vez de complicarlo, se convierte en parte del día a día.